Idolos de nuestro deporte: Luis "Nenín" Volpato

En una galería que bien podríamos llamar "Ayudamemoria", seguiremos recordando a aquellos que hicieron grande el deporte de Alta Gracia. Hoy, hablaremos de "Nenín" Volpato.

06 de septiembre de 2024juan carlosjuan carlos
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"Nenín" Volpato nació en Rosario pero desde muy chico formó parte del paisaje urbano de una Alta Gracia que de la mano de Rodolfo Bútori se iba convirtiendo en una muestra acabada de por qué a Córdoba le decían “Cuna de Campeones”.

Con apenas un par de años de vida, “Nenín” se crio allá por los límites del barrio Sur, cerquita del arroyo. Allí, en la vieja fábrica de hielo transcurrió su niñez y buena parte de su juventud.

Hasta que el corazón fue el que dio las órdenes. Conoció a Rosa Furlani, se enamoraron, se casaron y un cariño llevó a otro: se mudó a Villa Oviedo donde ya habitaba quien sería el otro gran amor de su vida: el Club Atlético Banfield.

Porque decir Volpato fue, durante décadas, decir Banfield. Así de simple. Así de concreto.

Paradójicamente, su primer club no fue el albiverde. Luis Volpato se inició en Colón, tuvo un paso fugaz por Palermo (siempre dentro de la Liga Departamental Santa María) y de allí, derechito a Córdoba.

Bolívar, el viejo club de barrio Güemes fue su primera camiseta en la Liga Cordobesa. Pero su mejor momento estaba por llegar.

A fines de los años 50 llegó a Racing de Nueva Italia, donde escribiría páginas de gloria para la Academia y para el fútbol cordobés todo.

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El gran Racing de los sesenta. Arriba: Paolucci, Videla, Carballo, Oscar Romero, Carlos Romero y Villarreal. Abajo: Luis Volpato, Solves, Piscitello, Videla y Graffi.

“Nenín” fue arte y parte de las grandes formaciones de Racing en los albores de los sesenta, consagrándose Campeón en 1962 junto a un puñado de otros enormes jugadores que al igual que él, quedaron en el bronce del club albiceleste.

Radical por herencia (su mamá trabajaba en la casa que Don Arturo Illia tenía junto al arroyo, a metros de su hogar), siempre tuvo un gran vínculo amistoso con intendentes peronistas como Julio Barrientos o “Chiche” Gutiérrez. Tuvo al Maestro Bútori como entrenador en los Campeonatos Evita y al “Chungui” Caviglia como profesor en su gimnasio.

Todos ellos contribuyeron a forjarlo como jugador, haciendo crecer lo que traía desde la cuna. Volpato fue un gran volante por derecha en tiempos en que el “ocho” era “ocho”. Jugador de buen pie, habilidoso y tenía en el cabezazo otra de sus virtudes, a pesar que no era tan alto.

En Alta Gracia, también jugó en Estudiantes y, por supuesto, en Banfield. También lo hizo en equipos del interior provincial y tuvo un importante capítulo en su carrera cuando vistió la camiseta de la Selección de Liga Cordobesa. Fueron tiempos en que sus actuaciones le valieron la atención de Racing de Avellaneda y Newell´s Old Boys. Finalmente, las presiones familiares hicieron que se quedara en Córdoba y nos siguiera regalando su fútbol y sus goles.

Si fructífera fue su carrera con los cortos no lo fue menos como técnico. Dedicado a la enseñanza y la educación deportiva de los más chicos, también tuvo capítulos como entrenador de la Selección de la Liga Santa María, de Banfield, de Deportivo Norte, Colón de Villa del Totoral y tantas otras instituciones.

“Nenín” Volpato fue una figura indiscutida del fútbol de Alta Gracia. Lo de rosarino sólo figuraba en su cédula de identidad. Fue sinónimo de Villa Oviedo, emblema de Banfield y abanderado del deporte local.

Se fue hace ya algunos años, trepando por el carril derecho, mirando de reojo el arco mientras en la tribuna palpitábamos el gol.

 Así, con esta somera semblanza de lo que fue su vida, quisimos homenajear a uno de los grandes del deporte altagraciense. ¡Gracias por todo, "Nenín"!

 

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