El museo Jesuítico no siempre fue museo. Lo que conocimos como Casa del Virrey Liniers apenas comenzó a ser un espacio destinado al público, durante muchos años fue residencia privada de una reconocida familia de Alta Gracia.
Normalmente, cuando posteamos una fotografía en nuestras redes sociales la reacción es unánime a la hora de opinar sobre la misma. Entonces, un recuerdo dispara otro, una cara termina siendo referencia para una historia, y así se va desarrollando el diálogo entre nuestros amigos lectores de Cosas Nuestras.
En verdad, es un error no tan error. Porque en realidad el personaje altagraciense al que hacemos referencia fue Concejal. Claro que su acción más importante la cumplió habiendo sido dos veces intendente de la ciudad.
La historia de los puentes colgantes del viejo camino a las Altas Cumbres, aunque parezca mentira, en un punto se toca con nuestra ciudad.