“Liberty”, o la música en tiempos de cumplir sueños

Liberty fue uno de los importantes grupos musicales que en la década del 70, dejó su huella en Alta Gracia. Eran pibes que se atrevieron a soñar y que vieron hecho realidad aquello que alguna vez imaginaron.

Allá por finales de los sesenta y principios de los setenta, en muchos adolescentes despertaban con mucha fuerza las ganas de hacer música.

Era complicado de conseguir, pero las grandes bandas extranjeras abrieron oídos y -fundamentalmente- cabezas de toda una generación. Lo que ocurria en Alta Gracia no era una excepción. Ya habían existido bandas precursoras como Los Teachers, Los Lucky`s o Los Sombas Rojas. Es más, estaban sonando fuerte y bien los chicos de Blow Up.

Y eso hizo germinar la semillita en un grupo de amigos compañeros de colegio de Quinto Año del Colegio Nacional. Así, Jorge Michalópulos, Enrique Vergara, Víctor Pujia y Eduardo Pontoriero echaron a rodar su sueño de formar un grupo musical. Eduardo, al poco tiempo se “bajó” de la idea y convocaron a un amigo: Ricardo Bueno.

Había nacido “Liberty”, un nuevo y entusiasta conjunto que abrazó la nueva música con muchas ganas y bastante talento.

Que sean dos de sus protagonistas quienes nos cuenten la historia: Jorge y Ricardo.

“Queríamos formar un conjunto, pero no teníamos instrumentos, solo una vieja guitarra y nada más… Ibamos a ensayar con una guitarra vieja, otra criolla y yo con un bombo haciendo de batería. Hasta que al final evolucionamos. Empezamos en el año  1969 y nos consolidamos como grupo en 1970. Estuvimos activos hasta 1976”. (Jorge)

“El nombre del grupo lo elegimos una tarde en casa de Víctor Pujia. Y no podía ser otro que “Liberty”, que era ni más ni menos que el nombre del sello para el que grababa Credence. No podía ser otro”. (Ricardo)

Pero sigamos con la historia, que se emparentó en tiempo con el surgimiento del rock nacional...

“Por aquellos años, eran los comienzos del rock nacional, pero todos teníamos una gran influencia de grupos internacionales como Bee Gees, Beatles y muchos otros. Por eso nuestro estilo fue siempre cantar y tocar covers de ellos. Cantábamos en inglés” (Ricardo).

“Encima apareció Creedence Clearwater Revival. Y Credence era una topadora que nos llevó puestos. Era algo alucinante y nos volcamos a hacer cantidad de temas de Creedence porque era algo que en ese momento era un boom. De a poco, el rock nacional fue tomando mayor empuje. Mechábamos rock nacional en el repertorio, pero la enorme mayoría de temas eran en inglés” (Jorge).

Pero, ¿sabían inglés o sacaban las letras por fonética?
“Enrique y Víctor sabían inglés y lo cantábamos y los tres hablábamos bastante bien. Lo que era difícil por aquel entonces era sacar las letras, conocerlas en detalle en inglés. Por ahí en alguna casa de música conseguías alguna que venía con la partitura, o alguien te ayudaba. Por ahí quedaban palabras a completar y bueno… había que inventarlas, pero poníamos énfasis en respetar las letras en forma textual. Eso hacía a la calidad de la interpretación” (Ricardo)

Musicalmente, el único que tenía estudios era Ricardo, que había estudiado con la Chona Dell`Anno y con el Doctor Galaso, que fue una eminencia de la música en Alta Gracia. Enrique sabía música porque era un autodidacta de aquellos. Y entre todos se las arreglaban para que el grupo sonara muy bien.

Para que suene mejor
Las ganas estaban, el talento se hacía presente, pero... ¿y los instrumentos?

En el caso de la batería, Michalópulos hizo una rifa. Una rifa muy particular. Tanto que no tenía premio. Era un bono contribución para juntar el dinero para comprar la batería. “Lo recaudado no alcanzó, pero mi padre me ayudó para completar”, cuenta hoy Jorge..

Lo más complicado era que no tenían equipos. “Para la guitarra junté coraje y les pedí prestado a mis abuelos. Fuimos a comprarlo a Córdoba, a Vértice Musical. Para el equipo del bajo nos ayudó el abuelo de Enrique  Vergara. La otra guitarra era la vieja, pero le conseguimos a Víctor una prestada hasta que se compró la propia, una de 12 cuerdas.

Compramos equipos que para la época eran de batalla, había mejores pero en otros valores inalcanzables para nosotros. Igual, eran 0KM y nos vinieron muy bien”, relata Ricardo recordando aquellos tiempos.
Luego de un tiempo, cuando los Sombras Rojas se desarmaron, le compraron los equipos a ellos. 

Todo listo y... a escena
El grupo ya estaba conformado. Ricardo Bueno (primera guitarra), Enrique Vergara (bajo), Víctor Pujia (segunda guitarra) y Jorge Michalópulos (batería) eran Liberty. Ahora, había que empezar a tocar...

“Nuestro debut fue en una fiesta en casa de la familia Goya. Ana Goya cumplía 15 años y nos invitaron a tocar. Fue nuestra primera actuación, ahí frente al Golf. Recuerdo que tocábamos en el living y cada vez que sonaba el bajo, temblaban los vasos en los muebles” (Jorge)

El grupo actuó en diversos lugares y escenarios. Por ejemplo, en los Maxicorsos que se hicieron en la isla del Tajamar. En esa oportunidad compartieron escenario nada menos que con Los Iracundos, el Trío Galleta y Los Bárbaros. ¡Casi nada!
De a poco el grupo se hizo conocido y los contrataban para tocar en varios sitios. “Eramos habitués de Tobruk, y de los bailes del Sierras Hotel. En Córdoba tocamos en el Club Social y en el Jockey Club. También en El Galpón, un boliche que era del 3er Cuerpo de Ejército. También tocamos en el Hotel Atalaya, camino al dique Los Molinos, en Ciudad de América. Fue una fiesta muy rara, con mucho glamour. Los detalles no vienen al caso, por cierto. Se presentaron en José de la Quintana, en el mítico boliche “Tauro” en Despeñaderos .

“Pero donde más actuamos fue en Tobruk y en Krajo´s y en La Sombrilla. También en Sibaris, que estaba donde hoy está el Anglo Americano, por la calle General Paz”, recuerda Jorge.

Un final acordado
LIberty hizo música, tocó y se divirtió hasta 1976, cuando el grupo se disolvió. La separación fue porque cada uno tenía decidido seguir su camino en la vida. De aquellos años junto a la música, quedaron muchísimas anécdotas, historias, canciones y una amistad que se prolonga hasta estos días cuando ya hace rato peinan canas…

“Tener un conjunto y tomárselo en serio llevaba su tiempo. Además, todos estudiábamos y algunos también trabajaban. Sabíamos que nuestras vidas iban a pasar por otro lado y eso hicimos, hoy, cada uno está en su profesión, y preservando la amistad a lo largo de los años”, indican los muchachos.

Quedaron por escribir un puñado de anécdotas, de momentos emotivos y de culto por la música.. Seguro habrá un momento para hacerlo.

Simplemente quisimos reflejar en esta nota la travesía musical de un grupo de pibes que se atrevió a soñar y que hizo realidad lo que alguna vez imaginaron...