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Un video que también forma parte de la historia de nuestros más tradicionales productos.
Vení conmigo
-Belgrano arriba-
que subidos a la tarde
un Tajamar de gente
salió a pasear el optimismo.
¿Qué ciudad tranquila... eh?
Cerquita nomás del centro,
faroles de hierro negro
y canteros sorpresivos
de amapolas vergonzozas...
han salido también
a mirar la tarde.
Las vidrieras te hacen chistes
y la plaza se muere de risa,
los domingos...
¡Pero qué linda ciudad!
Tan museo,
tan reloj...
Si aquí al turista
le damos las doce...
¡antes de hora!
¡Ah! Pero no hagas caso:
los barrios... son los barrios...
y si alguna bronca te amenaza
es el costado de la vía
que a veces duele un poco.
El viejo bandoneón del arroyo
rezonga de espuma entre las piedras,
¡con tanto olor a matadero!
En la canasta de mimbre,
el sol se reparte en pastelitos
y los pibes de la otra cuadra
-con querosén de la Shell-
se lavaron la cabeza.
Pero dale, che!
Que hoy es domingo:
ya vas a ver...
¡qué linda se va a poner la plaza!
Un video que también forma parte de la historia de nuestros más tradicionales productos.
Siguiendo con escritos de periodistas y amigos de Alta Gracia, hoy nos toca reflejar lo que alguna vez publicó Cristian Moreschi en uno de sus libros "Caminos de la Historia". Gracias Cristian por permitirnos compartirlo.
Fue, durante años, un símbolo del corazón mismo de la ciudad.