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Julio Conforti tuvo a su cargo uno de los dos kioscos que estaban en la vieja terminal. No hace mucho nos contó sobre aquellos años...
10 de febrero de 2025A la hora de las despedidas, lo mejor es recordar a los amigos cuando charlando grabador de por medio, nos contaron su vida. Que un poco termina siendo la vida de muchos en nuestra ciudad....
Julio Conforti tuvo a su cargo uno de los dos kioscos que estaban en la vieja terminal. No hace tanto nos contó sobre aquellos años...
Julio y su familia formaron parte de la escenografía diaria de la terminal. "Estuvimos 23 años con el kiosco, hasta que cerró la terminal. No sólo tenía diarios, también había sánguches, gaseosas, café.... La idea fue siempre estar listo para lo que pidieran", nos cuenta Julio luego de haber transcurrido tantos años. No es de sorprender que hiciera referencia al casino (y a los casineros).
"Trabajaba muy bien, sobre todo en la época del casino. Gracias al casino tengo la casa. Se fue el casino y se acabó todo".
Pero los casineros, además de dinero, dejaron unas cuantas historias y anécdotas: "Con los clientes del casino se daban situaciones muy particulares. Cuando llegaban en el colectivo, por ahí me dejaban la plata para el sánguche, la coca y el pasaje de vuelta, por las dudas se quedaran sin un peso. Con otros, he pasado malos ratos, discusiones... pero por lo general siempre fue buena relación, con respeto".
Julio Conforti no estaba solo atendiendo el kiosco. Junto a él, su señora sus hijos, que en más de una oportunidad formaron parte de verdaderas maratones de trabajo.
"Cuando llegaba la fiesta de la virgen de Lourdes, nos turnábamos con mis hijos para atender día y noche todos los días, sobre todo si caía fin de semana. Era un loquero a toda hora".
Hoy sería un maxikiosco. Porque tener, tenía de todo. "Muchos recuerdan los pastelitos que yo vendía, Los fabricaba Cometti, eran riquísimos. Pero no era solo eso, la idea era que hubiera de todo. Hasta juguetes".
¿Juguetes? Y acá arranca otra de las historias que también hacían a la vieja terminal...
"Si! juguetes. Me cansé de vender juguetes en el kiosco. Me acuerdo de unos autitos de colección muy lindos. Todo gracias a las chicas que trabajaban en la terminal. Venían de Córdoba y levantaban clientes en el casino. A los tipos les hacían comprar juguetes y regalos para sus niños, ¡y siempre de los más caros! (risas). De Córdoba venían muchas chicas a hacer la noche. A ellas se les sumaban varias que eran de por acá. Para ellas también el casino fue muy buen negocio".
Julio recuerda nombres, personajes que pasaron por la polvorienta vieja terminal:
"¡Había cada personaje dando vueltas por ahí! Entre ellos Zacarías, Armando que trabajaba en el golf, Don Aquiles Olobardi que tenía el bar con Norma. Don Juan, que era el valijero que cargaba y descargaba las bodegas de los colectivos. Estaba también Héctor, un pibe que entraba y salía corriendo de la terminal como si manejara un coche. A él lo adoptamos entre todos porque vivía solo, donde lo agarrara la noche. En el bar, antes de Olobardi, estuvo Raúl, que tenía también una hostería cerca del casino. Fueron muchos personajes..."
Julio Conforti conoció la terminal como chofer de la vieja Cotagl. "Entré en el 57, hacía el local entre barrio Córdoba y Villa Oviedo. Luego ya hice la línea a Córdoba mucho tiempo".
Todo aquel edificio y el lugar era de Vázquez. "Le alquilábamos a Hugo, y Elsa pasaba a cobrar todos los meses". Y allí convivieron con Fermín y Ada, dueños del otro kiosco. Los dos tenían de todo, y cada uno, su propia clientela.
"Cuando cerraron la terminal, no nos quisieron en la nueva. "Ustedes no tienen pinta para estar en el nuevo edificio", nos dijeron. Dolió muchísimo por-que todos somos seres humanos y merecíamos respeto, y además éramos gente de trabajo".
Tongo: Trampa realizada en competiciones deportivas, en que uno de los contendientes se deja ganar por razones ajenas al juego. Trampa, amaño, engaño, fraude, timo (Real Academia Española)
Una vez más, nos recostamos en los recuerdos escritos y publicados por queridas personas de Alta Gracia, para seguir conociendo cuestiones que ellos vivieron y supieron transmitir.
Julio Conforti tuvo a su cargo uno de los dos kioscos que estaban en la vieja terminal. No hace mucho nos contó sobre aquellos años...
Un recuerdo personal de este periodista, pero que forma parte de la memoria popular de barrio Gallego. El Almacén "Los Hermanitos". El del gallego y de Doña Mary.
Juan Gumersindo Quinteros. De caddie a jugar un Mundial. El golf en sus venas para el mejor de todos los tiempos en nuestra ciudad.