
Entre mis recuerdos de niño (ya hace un buen puñado de décadas, debo decir) estaban unas extrañas carreras de autos que pasaban, vuelta tras vuelta, por el frente de mi casa.

Oscar desde chico cargó con un sobrenombre que le quedó para siempre. El "Chancleta" se hizo conocido a fuerza de jugar al fútbol y se convirtió en ídolo a puro gol.



