
Diciembre de 1983. Luego de la noche negra de la dictadura, el país volvía a respirar aires democráticos. Alta Gracia lo celebró a lo grande.




Oscar desde chico cargó con un sobrenombre que le quedó para siempre. El "Chancleta" se hizo conocido a fuerza de jugar al fútbol y se convirtió en ídolo a puro gol.



