
La “Yaya” Montamat y el Conservatorio Williams: pasión por la música
Su nombre fue Yolanda Viel de Montamat. Pero todos la conocían por “Yaya”.


Por Juan Carlos "Cacu" García
Cosas Nuestras26 de febrero de 2023
juan carlos
Con este escrito de nuestro amigo “Cacu” García inauguramos una nueva sección. “Relatos de ciudad” será sencillamente eso: historias contadas por distintas personas que hablen de personajes, lugares, comercios de Alta Gracia. Que compartan en forma de escritos, retazos de la rica historia que tiene nuestra patria chica.
No era uno de mis mejores días y entré al negocio como un espectro. Necesitaba calmar mi ansiedad con una compra que hace tiempo me rondaba en la cabeza. Buscaba un televisor. Deambulé entre licuadoras, aspiradoras, pelapapas, afeitadoras y colchones, hasta que encontré la sección televisores. Había de todo tipo y tamaño.
Pregunté el precio del más chico y no me alcanzaba la plata. Oscuras nubes de tormenta se formaron en mi mente y la cara del vendedor se transformó en un Boris Karloff, sonriente.
Detrás de un lavarropas apareció John Wayne para evitar el despojo y descubrí al Zorro parado sobre el mostrador, espada en ristre y sonrisa ganadora. Retrocedí porque no quería ver sangre, aunque fuera la de mis ídolos de infancia.
Boris hizo como que los ignoraba y me lo ofreció en cuotas, pero John lo desafió a duelo detrás del Aurora Grundig con la boca ladeada y las manos prestas, casi en contacto con las cachas del revolver que le acariciaban el muslo. Miré a un lado y Gary Cooper, acodado en una mesa con un vaso de whisky en la mano derecha, observaba la escena entre volteretas de humo.
Dije: “no tengo tarjeta”, pero eso era un delito imperdonable. Boris, ajeno a todo, me ofreció el crédito de la casa y Marilyn Monroe soltó una estruendosa carcajada: sabía que no podía pagar. Jerry Lewis y Dean Martin se ofrecieron de garantes solidarios. Tarzán, que paseaba de araña en araña, se detuvo a ver la escena. Su noble origen lo hizo sentir responsable ante las injusticias.
Miré a Boris para saber qué opinaba y él simuló no escuchar la oferta. Mis ojos giraron hacia arriba y descubrieron a Flash Gordon que venía en mi ayuda. La señal de Batman se dibujó en el cielo y todo se oscureció.
Desperté en el hospital. El médico dijo “alucinaciones por estrés”. Cómo explicar a estos jóvenes de mi ciudad, me dije, a empleado de 30, al policía de 35, y al médico de 28 que era natural que en una situación crítica, los amigos de la infancia llegaran en mi ayuda, solidarios. Amigos con los que pasé los mejores años del matiné de mi adolescencia. No lo van a entender.
Cómo decirles a los jóvenes que en aquellos tiempos, en ese mismo lugar, estaba el Cine Plaza...


Su nombre fue Yolanda Viel de Montamat. Pero todos la conocían por “Yaya”.

La estación de las flores, el amor y la juventud siempre fue bien recibida en Alta Gracia.

El apellido Zorn vincula a Victoria directamente con Villa Oviedo. Barrio con identidad si los hay, en Alta Gracia. Y mucho de eso tiene que ver con sus orígenes laburantes que lo forjó en una barriada que a fuerza de manos callosas fue erigiéndose al sur de la ciudad.

Contarles a quienes no lo conocieron, quién fue Hugo Barrera es entrar en un territorio casi mágico, surrealista al menos.

Nota en homenaje al querido "Chochó" Gómez, que hace unos días habría cumplido años. Una comparsa que hizo historia en Alta Gracia.

La fecha exacta quedó en el baúl de los recuerdos de una ciudad que suele perder la memoria de vez en cuando, y que necesita de unas ayuditas para recuperarla. ¡Y en eso estamos!

Galería de ídolos. Recordamos a uno de los grandes del mejor tiempo de Sportivo Alta Gracia. El "Babita" dejó una marca indeleble en la memoria de los hinchas del fútbol de nuestra ciudad.

Su nombre fue Yolanda Viel de Montamat. Pero todos la conocían por “Yaya”.

Entre las memorias gastronómicas más queridas de Alta Gracia figura, sin ningún lugar a dudas, la recordada y añorada lomitería “Chapucha”.

Febrero y sus encantos estivales. El verano de Paravachasca trajo visitantes ilustres a nuestras tierras cuando nacían los años sesenta.
