Pegue, zurdo, pegue...

Alberto de las Mercedes Cortes fue sin duda, uno de los mejores boxeadores que dio Alta Gracia.

Alta Gracia Deportiva24 de septiembre de 2024juan carlosjuan carlos
POSTAL 26

Alberto de las Mercedes Cortes fue sin duda, uno de los mejores boxeadores que dio Alta Gracia. El 24 de setiembre festeja su cumpleaños y para homenajearlo, COSAS NUESTRAS quiso recordar aquella inolvidable noche cuando se enfrentó al mejor Julio César Chávez de todos los tiempos, y en el mismísimo Palacio de los Deportes del DF de México.

El Palacio de los Deportes de México DF estaba que explotaba de gente. El griterío era ensordecedor. Miles de fanáticos habían pugnado para pagar a valor oro alguna entrada que quedara en la reventa.

Es que esa noche peleaba Julio César Chávez. El auténtico. El único, y en su mejor momento. El ídolo convocaba y las multitudes respondían al compás de sus piñas.

En el otro rincón, Alberto. El “Belulo”, el “Yarará”. Nuestro Alberto de las Mercedes Cortes. Casi nada el desafío de nuestro coterráneo.

 f608x342-13754_43477_5050

Para Alberto De las Mercedes Cortes, aquel 16 de diciembre de 1989 no fue un día más. Años más tarde, la estadística y su rica trayectoria dirían que fue su primera chance mundialista. Así como el primer amor, “Yarará” tuvo en el Palacio de los Deportes del Distrito Federal de México su primera vez. Y más allá de la derrota, fue inolvidable. No sólo para él, sino para toda Alta Gracia, que vibró con la suerte de “su” Campeón.

Alberto Cortes llegó a la justa por el cetro mundial con una impresionante seguidilla de 44 victorias al hilo. Enfrente estaba nada menos que el mejor Julio César Chávez de toda la historia. Un grande entre los grandes del pugilismo de todos los tiempos que lo recibía en su casa. Y en juego, la Corona Mundial de los Superlivianos del Consejo Mundial de Boxeo.

Alguna vez lo contó el propio Alberto: “Yo estaba ubicado tercero en el ranking del Consejo. Era la gran chance por muchos motivos, aun sabiendo que era casi un imposible”. La pelea se promocionó dando cuenta de la trayectoria de los dos boxeadores. Entre Chávez y Cortes sumaban 110 combates invictos. Una barbaridad para aquella y para cualquier época.

“Cada pelea es distinta una de otra –sigue contando Alberto Cortes- y cada rival es diferente del otro. Chávez era un fenómeno, un fuera de serie. ¿Plan de pelea? Frente a un tipo como él, que era un toro yendo para adelante siempre, que no te daba respiro, opté por jugarme en algún cruce. Igual para hacerle daño había que pegarle con una maza en la cabeza”

Si uno tiene la posibilidad de repasar las grabaciones en video de lo que fue aquella pelea, queda impresionado con el marco, con el escenario, el entorno que la rodeó. “Eran miles de mejicanos gritando y apoyando a Chávez, que era el ídolo de ellos. Cuando lo presentaron, el estadio se vino abajo con el griterío. Imaginate, ahí estábamos solitos, entre miles de mejicanos, tres argentinos, el “Pelado” Héctor Rodríguez, Hernán Santos Nicolini y yo".

La historia cuenta que luego de la pelea se encontraron nuevamente los púgiles, pero esta vez a la hora de la cena. Allí, según dicen, el gran Julio César Chávez le dio a Cortes que había quedado admirado por su forma de pelearle. “Pensé que te me ibas a escapar por el ring, peleándome de afuera. Pero me sorprendiste, fuiste al frente, me buscaste, eso me gustó de ti”. Palabras más, palabras menos, fue el reconocimiento expreso de parte del mejor del mundo hacia el altagraciense. ¡Pavada de cumplido!

Hoy cuando todavía no han terminado de acallarse los ecos mediáticos de la pelea que el no menos mediático “Maravilla” Martínez le ganara a Chávez Jrs., apenas una copia de mala calidad de lo que fue su padre, elegimos recordar aquella jornada histórica para nuestro boxeo. 

Fue la primera vez que un hijo pródigo de Alta Gracia pisó un cuadrilátero para disputar una corona mundial de boxeo. Seguramente muchos recordarán ese día y a pocos les importará que la proeza de vencer al invencible no haya podido ser.

452369817_1272091700810919_7180533548351762596_n

En los compendios de la historia grande del boxeo, el nombre de Alberto Cortes ha quedado impreso con tinta indeleble. Una trayectoria transitada a zurdazos, a fuerza de ponerle la cara a la vida y a no arrugar ante nada ni ante nadie. Un palmarés que cuenta que fue Campeón Argentino, Sudamericano y Fedelatin. Que enfrentó a los más grandes en sus mejores momentos y que todos lo recuerdan como un pegador formidable y siempre frontal.

No. Aquel 16 de diciembre de 1989 no fue, definitivamente, un día más.

Nota: Texto publicado en el libro "Postales de Ciudad", de Juan Carlos Gamero (Yammal Contenidos, 2020)

Te puede interesar
Lo más visto