Con las alas del viento, el deporte y la aventura

En esto de andar recolectando historias acá y allá, uno se cruza con amigos que le acercan relatos. A veces, estos relatos no están directamente relacionados con Alta Gracia. O si, porque sus protagonistas son altagracienses.

El destino, la pasión por su trabajo y el profesionalismo hicieron que dos personas de Alta Gracia coincidieran en tiempo y lugar para un momento histórico del deporte y del periodismo argentino a nivel internacional.
¿De qué estamos hablando? Paso a contar…

Hace ya un tiempo, este periodista se cruzó con un amigo que le contó una rica historia realmente desconocida, o que al menos, que nunca trascendió.

Miguel Mitelsky. De él se trata el amigo en cuestión es piloto de avión. Durante años estuvo al comando de distintos tipos de aparatos cumpliendo diferentes tareas desde el aire.  Dejemos que sea Miguel quien cuente esta historia que involucra a una de las grandes pasiones de los cordobeses, el rally, y al más importante periodista de automovilismo que dio estas tierras: Raúl Barceló.

“En los años 1982, 1983 y 1984, en Europa, las distintas fechas del Campeonato Mundial de Rally sufrieron distintos accidentes vinculados a la seguridad. Las fuerzas públicas fueron incapaces de controlar el desborde del público, lo que generó accidentes muy graves. Tanto que los pilotos se plantearon no correr ciertos tramos y ciertas fechas. La organización tomó como opción programar una fecha en Argentina, no sin cierto recelo por las condiciones de seguridad que podría ofrecer Sudamérica”.

Pero la fecha del Mundial de Rally llegó a nuestro país y –como era de esperarse- el tema televisación fue uno de los problemas a resolver.

“La Televisión Francesa, dueña y señora de las imágenes, pretendía venderle a ATC Argentina Televisora Color las instancias del Rally con 24 horas de diferido. No solo eso, sino que las ofrecía a precios que escapaban al presupuesto de los bolsillos argentino”.

Pero veamos, ¿cómo trabajaban los franceses para transmitir lo que sucedía en el rally? “Ellos obtenían imágenes desde dos helicópteros contratados en Argentina a 850 dólares la hora de vuelo. Buscando opciones, Rulo Barceló se contactó con Motta Producciones (por entonces en Canal 8) y consideraron alquilar un avión liviano para filmar por su cuenta”. 

Miguel Mitelsky, uno de los grandes protagonistas de esta historia, la cuenta en primera persona.

Y allí entra en esta historia nuestro amigo Miguel Mitelsky. “Motta tenía mis datos de una filmación de noticias sobre el lago San Roque y me llamó para tener mi opinión sobre el tema. Con mi aporte surgió la opción de grabar (en esa época se grababa en videocasete en modo VHS) y lanzar con un pequeño paracaídas de extracción el o los videocasettes en algún lugar. La idea gustó mucho porque permitiría tener imágenes en el aire por televisión en no más de una hora y media del prime clasificatorio. 

Hicimos unas pruebas que resultaron satisfactorias y el día de la carrera, con el Rulo Barceló como relator, Jorge Rodero con la cámara y un ayudante de cámara de ATC, más una cámara de repuesto y nueve baterías, empezamos a grabar. Primera etapa, prime clasificatorio Nº 1º San Agustin-Las Bajadas, fue para probar cámara y coordinación. Usamos un Cessna 205, modelo 1964 del Club De Paracaidistas. Jorge Rodero ocupaba el puesto central del lado izquierdo, yo el lado izquierdo adelante, con la consigna que debía seguir con una mínima antelación lo que la cámara enfocaba”. 

La idea, a todas luces, resultó ventajosa. Fue una prueba de ingenio resuelta con mentalidad argenta, por así decirlo. “Ilustrativamente, en ese momento la hora de vuelo del Cessna costaba ¡¡78 dolares!!. O sea, ¡¡con el costo de una hora de helicóptero (850 dólares) se pagaban casi 11 horas de vuelo del Cessna!!”

Pero sigamos con el relato de Miguel: “Concluidos los primeros tres tramos clasificatorios, y mientras los autos reabastecían, vinimos a sobrevolar el Estadio Córdoba (Chateau Carreras) donde funcionaba el Centro de Coordinación General. Allí, volando muy bajo, debajo del nivel de las torres de iluminación, pasando de sur a norte, el ayudante soltaba el paracaídas con los cassetes grabados que caían en la cancha e inmediatamente se reproducían”.

“¡¡Los franceses NO LO PODIAN CREER!!!. El cónsul de Francia en persona fue al estadio a ver dónde estaba el secreto de poder tener imágenes en vivo en el aire en tan poco tiempo. Quisieron radicar una denuncia en mi contra por supuesta operación negligente y temeraria, que no prosperó. Conclusión: a las 21 del día de aquella primera etapa, la TV Francesa estaba comprándole a ATC la imágenes (risas)”.

El accidente de Ari Vatanen, y cómo el avión ayudó a salvarle la vida

Esta historia tiene otros capítulos dignos también de conocerse:

“La entonces LV3 alquiló un Aero Boero 160 al Aero Club Cosquín, al mando de Arturo Giménez, histórico instructor de vuelo de lPunilla, quien llevaba a un locutor que transmitía a un nodo de VHF en un cerro. Desde allí se retransmitía a la planta transmisora. Este equipo tenía la limitación de todo VHF, transmite y recibe en línea recta, lo que obligaba a volar cada vez más alto a medida que se alejaba del nodo. Entonces, por el VHF de banda aeronáutica, yo le pasaba a Arturo las novedades puntuales y el locutor armaba el speach. 
En Calamuchita, Arturo debía mantenerse a más de 1000 metros sobre el terreno para tener enlace seguro. Fue cuando se dio otro evento importantísimo.

En el tramo Las Bajadas-Villa del Dique, Ari Vatanen, puntero de la carrera con Peugeot 205, sufrió un espectacular accidente, quedando atrapado en los hierros retorcidos del auto. El accidente se produjo unos 100 metros delante nuestro, que justo estábamos haciendo una pasada de filmación muy baja, para tomar el cruce de un vado. Inmediatamente aviso al helicóptero sanitario, que estaba 500 metros detrás de nosotros (un Huges 500 de la Fuerza Aérea, al mando del Mayor Gabriel Pavlovcic). Fue su equipo que sacó a Vatanen de los restos del auto y volando a toda potencialo llevó al Hospital de Urgencias ¡en solo 17 minutos de vuelo!. 
El avión de LV3 escuchó todas mis comunicaciones aéreas e inmediatamente, ANTES QUE LO SEPAN LOS EQUIPOS OFICIALES EN EL CHATEAU CARRERAS, DIFUNDIÓ LA NOTICIA DEL ACCIDENTE.

Cuando el helicóptero sanitario llegó al helipuerto del Hospital de Urgencias, la aglomeración de gente no le permitía aterrizar. Entonces tomó altura y se posó en la playa de estacionamientp. Cuando los espectadores llegaron, Vatanen estaba ingresado al quirófano y el helicóptero rumbo a la Escuela de Aviación a reabastecerse para volver a la carrera.

La mayor afección de Vatanen fueron hemorragias internas, que si hubiera habido demoras, le hubieran ocasionado la muerte. Pero fue muy exitoso el tratamiento recibido y la estabilización posterior. Tanto que en 72 horas estuvo en condiciones de ser derivado vía aérea a Francia. En París, Vatanen se recuperó lo suficiente como para intervenir en el Paris-Dakar del año siguiente. Este hecho influyó considerablemente a favor de la continuidad del Rally en Argentina. Demostramos estar a la altura.

Otro gol de ATC

Nosotros operábamos desde el Aeropuerto Córdoba, y cuando terminamos el segundo día, el control de rodaje nos asigna un lugar de estacionamiento en la plataforma sur, exactamente al lado de donde acababa de estacionar el Lear Jet Sanitario que llevaría a Vatanen. Fue la ocasión que aprovechó Rulo Barceló para hacer una nota exclusiva a la tripulación y grabar un montón de imágenes cuando nadie sabía ni tenía acceso al aeropuerto para ver el avión sanitario.

Y así, contando historias que nos llegan y acercan los amigos, continuamos en esto tan bello y apasionante como es armar rompecabezas de recuerdos de nuestra querida Alta Gracia. Y de sus protagonistas, de hombres y mujeres que fueron escribiendo distintas páginas de la historia grande de la ciudad.
Gracias Miguel por tus recuerdos y por compartirlos con nosotros. Y un saludo grande al Rulo Barceló, un fenómeno como periodista y como persona.