
Esta historia, como tantas otras, nace de la fuerza creativa de la juventud. Pibes, adolescentes que a partir del fenómeno Beatle decidieron que acá, en la otra punta del mundo, también se podía hacer algo distinto a la hora de tocar música.

Oscar desde chico cargó con un sobrenombre que le quedó para siempre. El "Chancleta" se hizo conocido a fuerza de jugar al fútbol y se convirtió en ídolo a puro gol.



