RAÚL "BABITA" VALLE: HOMENAJE AL GRAN "CENTROJÁS"

Galería de ídolos. Recordamos a uno de los grandes del mejor tiempo de Sportivo Alta Gracia. El "Babita" dejó una marca indeleble en la memoria de los hinchas del fútbol de nuestra ciudad.

Alta Gracia Deportiva05 de febrero de 2023juan carlosjuan carlos
RAUL BABITA VALLE (2)

Abandonado de chico, vivió sus años niños en los cañaverales del Tajamar, escondido para que la policía no se lo llevara, comiendo de lo que le daba. Pasó tanta hambre que se le caía la baba del dolor de estómago porque por ahí pasaba todo el día sin comer. De ahí su apodo. Pero eso lo hizo fuerte, y lo forjó como buena persona.

BABITA SOLO

Para conocer sobre la vida de este verdadero ídolo futbolero, y auténtico sobreviviente de una época, charlamos con Liliana, su nieta. Durante el relato, se quebró varias veces recordando a su abuelo...

El origen de su apodo es realmente triste. Su madre se fue a Rosario reclamando apellido para sus hijos. El, en realidad hubiera sido Manzzanelli, pero legalmente no fue así. El padre le dijo que anotaba a sus hijos, pero que no se casaba. “O te casás, o mis hijos son Valle”, dijo empedernida, y terminó llevando así su apellido materno.

Es más, en aquel viaje, su madre lo llevó con ella pero Raúl no quiso ni siquiera conocer Santa Fe. A mitad de camino se largó del tren y dijo “yo soy de acá y no me interesa lo que mi madre está reclamando. Soy de Alta Gracia y acá me gusta vivir”. Y se volvió, y quedó solo, abandonado. Sobreviviendo en los cañaverales que por aquellos años estaban junto al Tajamar. De ahí le vino el sobrenombre de “Babita”, por pasar tanta hambre en la calle que se le caían las babas de hambre. Y de esa época le quedó el tic de limpiarse la comisura de la boca…

Era un pibe alto, que parecía más grande de lo que era. Se daba maña para muchas cosas y por ahí a sus trece años consiguió trabajo de mozo. Eran tiempos en que los pibes usaban pantalones cortos hasta bien grandecitos. Con su primer sueldo se dio el gusto de comprarse sus primeros largos. Ahí comenzó a adquirir su condición de engañar, que luego utilizaría en el fútbol.

Se dio el gusto de vender y comprar a la vez. Vendió su infancia y compró su pantalón largo.

Babita, el mozo

Y fue mozo durante muchos años. En la Colonia Ferroviaria y en el Casino y el Sierras Hotel, donde conoció a mucha gente. También en la confitería El Obelisco. Y no sabía leer ni escribir, guardaba todo en la cabeza. Siempre trató de equilibrar lo que no tenía con lo que podía.

FOTO BABITA VALLE DE MOZO-compressed (1)

¿Cómo llega a Sportivo? Primero jugó en Racing, pero muy poquito tiempo. Eran tiempos en que los chicos iban a “patear” con los amigos. Cuando lo vieron jugar se fijaron en él. Apareció Sportivo y lo fichó sin dudar. Para él fue siempre una invitación a un juego, a una diversión.

Eran épocas en que el fútbol era pasión y no negocio. Con tan solo 17 años se dio el gusto de jugar en la Primera y de salir Campeón. Era el año 1926 y Sportivo comenzaba a escribir su gran historia, con Raúl Valle como uno de sus puntales. Tanto que durante toda su carrera (que se prolongó hasta 1942), fue la única camiseta que vistió orgullosamente.

Debutó y se retiró siendo Campeón. Y se dio el gusto, en 1942 de festejar el título con su esposa embarazada. Venía en camino su primer hijo, nada menos. Fue ahí cuando dijo “basta” y se retiró siendo Campeón para dedicarse de lleno a su familia.

Mi abuelo, mi amor

“Mi abuelo fue el amor de mi vida. Terminó inválido los últimos trece años y me crie junto a él viéndolo caminar con bastón y luego en silla de ruedas. Me encantaba cuidarlo, me dio muchísimas enseñanzas de vida. Es que la gente que se ha criado en la calle, lo vivenciaba en cada momento y era pura experiencia de sobrevivir lo que transmitía. La mujer de mi abuelo, María Victoria, me enseñó a ser mujer. Me amaba tanto que no me protegía, me enseñaba y me respetaba porque sabía que conmigo no podía. Siempre me protegió, aun en contra de mi papá. Me cuidaba la espalda, me amaba y la amé con todo mi corazón. Conociéndola aprendí por qué mi abuelo la amaba tanto”

Fútbol, pasión y vida

Yo siempre digo que él comía cuando hacía un gol. Y no exagero, esa era la verdad. En Sportivo se hizo hombre a la  par del club. Alguna vez, el diario Síntesis publicó sobre él: “tuvo una brillante trayectoria, jalonada de éxitos. Cosechó lauros junto a Sportivo en el ámbito local y más tarde en Córdoba. En 1933 conquistó el ascenso, pero la Liga Cordobesa se lo negó por un tecnicismo.

En 1942 se retiró, también siendo Campeón, en un torneo peleado palmo a palmo con Tigre. Finalmente, Sportivo fue el Campeón, con “Babita” como centre half y estandarte del equipo.

SPORTIVO CAMPEÓN 1926 CON BABITA VALLE-compressed

Vida dura, corazón generoso

Como dijimos, nada le fue sencillo. Abandonado de chico, vivió sus años niños en los cañaverales del Tajamar, escondido para que la policía no se lo llevara, comiendo de lo que le daban. Pasó tanta hambre que se le caía la baba del dolor de estómago porque por ahí pasaba todo el día sin comer. Pero eso lo hizo fuerte, y lo forjó como buena persona.

Su profesión fue ser mozo y se jubiló como empleado de la Colonia Ferroviaria. Pero nada le fue fácil ni siquiera en sus últimos años. Esperó con ansias su jubilación, que le llegó un día después de haber fallecido. "Mi abuela lloraba junto al cajón con la carta en la mano".

Raúl Valle nació en junio de 1907 y falleció el 16 de setiembre de 1979.

Te puede interesar
Lo más visto