El extraño caso del Cura Francisco Baeza

El sacerdote salesiano cuyo fallecimiento sigue siendo una incógnita para la ciencia y la Iglesia.

CuriosidadesAyerjuan carlosjuan carlos
CURA BAEZA EN ALTA GRACIA (EDUARDO TYRRELL)-001

El Padre Francisco Baeza fue un sacerdota de la orden de los Salesianos que pasó sus últimos años, enfermo, siendo atendido en Alta Gracia. Cincuenta años más tarde de su fallecimiento, su nombre estuvo en boca de todos.
Un misterio que aún hoy llena de preguntas tanto a teólogos como a científicos. 

Cincuenta años después de la muerte del sacerdote Francisco Baeza, ocurrida en Alta Gracia en el año 1954, un sobrino del cura pidió el traslado de sus restos a la ciudad de Río Tercero, donde habitaban sus descendientes directos.

La sorpresa, en el panteón de los Salesianos en el Cementerio de nuestra ciudad fue mayúscula.
Medio siglo después de la muerte del sacerdote, sus restos permanecían incorruptos. Era como si el tiempo y la muerte no hubieran pasado. Allí estaba, tal cual el día que fuera velado y trasladado a la necrópolis de nuestra ciudad.

La noticia recorrió el mundo, tanto científico como religioso. Nadie podía (ni pudo hasta el día de hoy) explicar qué había sucedido con su cuerpo.

Se investigó para saber si había recibido algún tipo de tratamiento para conservarlo. Toda pregunta concluyó en una misma respuesta: nadie nunca llevó adelante tratamiento alguno a tales fines. Así como falleció fue religiosamente acostado en el ataud que se convirtió en la última morada del sacerdote.

Nadie supo dar una razón científica para que su cuerpo hubiera sido encontrado incorrupto, medio siglo después.
¿Fenómeno científico? ¿Cuestón meramente física? ¿O un milagro que nadie esperaba y que a todos les costó encontrar explicacion?

Esto sucedió en Alta Gracia. Una historia que comenzó años antes, con un hombre enfermo, que fue trasladado a nuestra ciudad en búsqueda del alivio para un cuerpo atacado por una enfermedad que lo iba invadiendo día a día y que finalmente se apropiaría de su vida.

¿Quién fue el Cura Baeza?  ¿De qué falleció allá por 1954?

De eso, podemos contar y hablar gracias a archivos exclusivos que pudimos conseguir.
De lo sucedido tras su muerte, nadie puede explicar nada...

¿Quién fue el Cura Baeza?

¿Quién fue el Cura Baeza? Es la primera pregunta que aparece en nuestra boca a la hora de averiguar sobre este religioso que terminó sus días en Alta Gracia y cuyo caso envolvió de preguntas a la ciencia.

Queridos hermanos: El domingo 23 de septiembre, poco después del mediodía, desde el “Sanatorio de Mayo” de la cercana ciudad de Córdoba, el alma elegida de nuestra amada abandonó este exilio y voló al descanso eterno.

Así se comunicaba a los sacerdotes de la Orden Salesiana el fallecimiento del Cura.

Francisco Baeza era español, nacido Ardales (Málaga), el 3 de junio de 1901. Llegó a nuestro país en compañía de sus padres Antonio y Manuela Martín, estableciéndose en Mendoza.

A la edad de doce años, fue confiado al cuidado de los hermanos del Colegio Salesiano donde durante tres años hizo rápidos progresos en la ciencia y en la virtud. Allí encontró su vocación religiosa. Habiendo terminado sus estudios de latín en el aspirantado de Bernal, en 1928 recibió la ordenación sacerdotal.

Se decía que tenía un carácter gentil y jovial, que dedicó a la enseñanza escolar y asistencial.
Después de una década de residencia en Rodeo del Medio, fue enviado al Colegio San José de Rosario, y en 1930, al Oratorio San Antonio de Córdoba.

CURA BAEZA EN ALTA GRACIA (EDUARDO TYRRELL)-001

Una terrible enfemedad

Ese mismo año se le declaró la enfermedad de Parkinson con un temblor continuo que lo hacía incapaz de cualquier movimiento ordenado sin la ayuda de otros. Se vio obligado a abandonar su tarea docente y encerrarse entre las paredes de la Casa de Salud en Alta Gracia.

La enfermedad fue avanzando durante más de 20 años. Pocos días antes de su muerte, fue sometido a una delicada cirugía. Pero todo fue en vano...

Se decia que aunque no podía trabajar, en los primeros años de su enfermedad se prestó de buen grado al ministerio de las confesiones. No dejó nunca de dedicarse al estudio de los autores y la lectura de las publicaciones eclesiásticas. Era un hombre de consejos. Recibía con alegría cada día a los jóvenes del Oratorio, pasaba tiempo con ellos, escuchando con gusto su ruidosa charla, alegrándolos con algún chiste y aprovechando las ocasiones para decirles una buena palabra.

salesianos

Su funeral coincidió con las Patronales de Alta Gracia. Su féretro acompañado por una nutrida multitud de laicos, clérigos y sacerdotes, recibió cristiana sepultura en el cementerio de nuestra ciudad, en el Pantéon de los Salesianos.

Así salió a la luz el caso del Padre Salesiano fallecido en Alta Gracia

CASO CURA BAEZA (EDUARDO TYRRELL)

La noticia la dio a trascender el diario La Voz del Interior, allá por setiembre de 2005. Es que el caso, cuando menos, causó asombro entre quienes lo conocieron.

Luego de más de 50 años de fallecido el sacerdote, su sobrino Juan Carlos Baeza solicitó que el cuerpo del religioso fuera exhumado en el cementerio de nuestra ciudad, a los fines de ser cremado y luego trasladar sus cenizas a Río Tercero, donde descansaban los restos de su padre.

Fue entonces cuando el cuerpo del Padre Baeza apareció intacto ante los ojos asombrados de propios y extraños. Un caso absolutamente inusual, por más que existan algunos pocos antecedentes.

“No es un suceso común, pero tampoco podemos decir que por esto sea un santo o que se deba a tal o cual razón”, declaró por entonces el sobrino.

Durante unos cuantos días se dispuso una vigilancia policial especial en el cementerio de Río Tercero. No quería, la familia, que el caso derivara en un desfile de gente frente a la tumba del sacerdote.

La cuestión es que se especuló en un primer momento sobre un posible tratamiento que hubiera podido recibir el cuerpo, teoría que fue descartada por especialistas.

Desde el ámbito eclesiástico tampoco se dieron explicaciones convincentes. Tal vez porque no existían motivos comprobables para que hubiera ocurrido lo que sucedió.

Hoy, cuando han pasado casi 71 años de la muerte del Padre Francisco Baeza, lo sucedido con su cuerpo continúa sumido en un misterio que llevó el tema a esa delgada línea que separa la ciencia de la fe.

Te puede interesar
WhatsApp Image 2022-03-14 at 18-compressed

CUENTAN QUE EL CASAMIENTO DURÓ 3 DÍAS...

juan carlos
Curiosidades30 de abril de 2022

Fue a finales de los años cincuenta, tal vez con los sesenta amaneciendo. El escenario, el histórico barrio Norte y los protagonistas dos novios y toda su comitiva de familiares y amigos.

sequia 3-compressed

Crónica de una sequía impresionante

juan carlos
Curiosidades13 de julio de 2021

"Una sequía impresionante" es un capítulo de los tantos que tiene el libro "Viejas estampas de Alta Gracia", escrito por Jorge Zemborain, y queremos compartirlo con ustedes.

CASA DE REGIONALES EN CASA DEL VIRREY-compressed

BOMBOS Y REGIONALES

juan carlos
Curiosidades14 de julio de 2020

El museo Jesuítico no siempre fue museo. Lo que conocimos como Casa del Virrey Liniers apenas comenzó a ser un espacio destinado al público, durante muchos años fue residencia privada de una reconocida familia de Alta Gracia.

Lo más visto
CamScanner 23-06-2023 15.14_1

LOS FUNES, UN HOMENAJE A LA PELOTA

juan carlos
Alta Gracia Deportiva25 de julio de 2025

Los hermanos Funes forman parte de la galería de grandes futbolistas que ha dado nuestra ciudad. Algunos con mayor éxito que otros, unos con más fama que los demás, pero sus nombres son recordados siempre como símbolos de un fútbol local que los tuvo como estrellas.

LA CINTA DE AGUA 2-compressed

La Cinta de Agua, una paquetería en bombones

juan carlos
Comercios con historia18 de julio de 2025

La Bombonería y Regalería “La Cinta de Agua” fue todo un símbolo de las décadas del setenta y del ochenta en nuestra ciudad. Finos bombones, los mejores presentes... era el lugar ideal al cual concurrir si uno quería necesitaba quedar bien con alguien a través de un presente. Y detrás de este emprendimiento, una historia de vida que merece ser contada.