
Hace unos días me encontré casi de casualidad con un amigo de otros tiempos (y de siempre, porque los amigos son de siempre) y me dijo: “escribite algo de los asaltos”.
Quinto Destino... Los Quinto!!! sinónimo de alegría y diversión durante muchísimos años.
Cosas Nuestras20 de enero de 2022Héctor Sánchez. El “Gallego” Sánchez fue y es el alma de “Los Quinto” como le gusta decir a él. Fue su fundador y quien le dio vida a la agrupación cuartetera más importante que ha tenido nuestra ciudad. Lo que sigue es un extenso entrecomillado contando la historia; su historia.
En primera persona, el “Gallego” Sánchez cuenta sobre los orígenes de Quinto Destino.
¿Cuándo nacen los Quinto?
Nacen conmigo y con mi amor con la música. La historia empieza cuando cantaba cuarteto con Rubencito González. Canté unos meses con él, hasta que entré a trabajar a la empresa Cacorba y no me daban los tiempos para seguir. Pero me embalé tanto con el cuarteto que empecé a armar un grupo en casa. Cerca vivían unos chicos que tenían un grupo que se llamaba “Sol Naciente”, que hacía música tipo Los Galos.
En ese grupo estaban Néstor Villa, Walter Oliva, Diego Consiforti, Marcelo Merlo entre otros. Esa música no tenía mucha salida, así que les propuse armar una nueva banda y nacieron los Quinto.
La primera formación fue con Diego Consiforte, Walter Oliva, Néstor Villa, Juan Carlos Chipoletta en batería y yo en voz. En coros estaban Analía Pereyra y Claudia Martínez.
Debutamos en cumpleaños y fiestas, hasta que empezamos a ir a los fogones estudiantiles y a las fiestas que hacían los chicos del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional para juntar fondos. El Gordo Olobardi nos invitó a ver si nos animábamos y resultamos todo un éxito.
Anduvimos bárbaro, tocamos todos los viernes de un año y seguimos al año siguiente. Te diría que de ahí salió el nombre definitivo del grupo. Hasta ese entonces éramos “Cinco Destinos”, pero se lo cambié.
Le puse “Quinto Destino” porque tocábamos para los chicos de Quinto Año que juntaban fondos para el viaje de estudios.
Más tarde conozco a Willy Anders. Se ofreció para ser nuestro representante, pero duró poco porque algunos del grupo trabajábamos y no teníamos tiempo para tocar en muchos lados. Así, una parte de la banda se fue con él y armaron el “Quintetazo” y otra se quedó con “Quinto Destino”. Fue cuando entraron el Pescado Rametta que hacía la locución, Marcelo Olmedo, Rody Di Blasi, Gastón Posse, Julio Sosa, Gabriel González y Marcelo Olmedo. Ahí fue cuando empezamos a pegar en la gente y a tener mucho éxito.
Seguir creciendo
Empezamos a tocar en lugares más grandes y a salir de Alta Gracia para ir a otras localidades
Esa formación se sostuvo por un tiempo y luego fuimos cambiando algunos integrantes. Estábamos en pleno crecimiento. En Alta Gracia tocábamos en la cervecería HBH, en el centro, donde había sido el Bingo. También fuimos a tocar a Córdoba, a Telemanías.
Por ese entonces se agregó Rolando Díaz que era un cantante melódico, también Mauricio Granados que tocaba el acordeón y Don López que era un saxofonista de acá de Alta Gracia.
Tocábamos viernes, sábados y domingos. En Alta Gracia tocábamos en Deportivo Norte, luego en Colón. Fuimos a Córdoba y tocamos en Maipú Juniors, o en Las Palmas. Tocamos en un boliche que era de lo chicos Orly. En Confitería Jerónimo fuimos todo un éxito, íbamos casi todos los jueves.
Tocamos con Sebastián; también con Fernando Bladys y hasta con Rodrigo. Con él hicimos varios bailes, muchos de ellos en Alta Gracia. Con Lisandro Márquez lo mismo. Tuvimos muchos cantores invitados para ir renovándonos. Con Fernando viajamos a esos lugares que él manejaba como San Luis, Catamarca, o La Rioja, era una de tocar y tocar.
Nosotros teníamos mucha gente en el escenario, y muchos instrumentos, porque no había tanto elemento electrónico para aunar sonidos. Los últimos bailes de carnaval que se hicieron en el Sierras Hotel los hice yo. Nos llamaban de todos lados, desde la Cooperadora del Hospital o fiestas de 15 hasta clubes y eventos bien grandes.
Muchos músicos o gente que pasó la banda llegaron a trabajar en grupos más grandes de Córdoba.
Los recambios
Pasa lo de siempre en todas las bandas. Hay mucha rotación de músicos. Muchos entran por tocar música. Después, cuando se dan el gusto, ven que es sacrificado tener que tocar, que ensayar, trasnochar y laburar mucho. Ves que mientras todos se divierten, vos estás laburando. O se ponen de novios y se les acaba la joda, y tienen que ir a trabajar a otra cosa…Otros se van porque quieren seguir progresando y se van con otro horizonte.
Una que sepamos todos
El tema que más nos pedían, que lo cantaba yo, era “OK Chica”. También anduvo muy bien “Primavera de Amor”, y los chicos tenían también otros temas que pegaron mucho en la gente. Teníamos temas nuestros y también de otros autores. De hecho “Ok Chica” era de Billy Caffaro.
Una día para buscarle una vuelta a la malaria, se me dio por producir shows. Hasta que mejoró la situación. Emilio Vázquez tenía lo que era la bailanta Las Vías, al lado de la GNC del centro. Me lo pasó y fueron un éxito total los bailes ahí. Ahí llevé a Fernando Bladys, a la Mona, a Cachumba, a La Barra en sus inicios, a la Bomba Tucumana, a Jean Carlos, a Ray Meléndez… y también a mi orquesta que comenzó a levantar vuelo de nuevo. Fueron un éxito enorme, llenábamos siempre.
Claro que la suerte se cortó porque Vázquez recibió una muy buena oferta del dueño de la estación de servicio para vender todo, y lo vendió. Una pena porque era un lugar bárbaro que habíamos impuesto como bailanta.
De ahí nos fuimos al Colón y al Deportivo Norte con los bailes.
Cuarteto y retro
Ya estaba más grande y empecé a hacer música más retro, sin dejar nunca a los Quinto.
La idea es juntar a varios músicos de los Quinto, para hacer un reencuentro. Los Quinto cada tanto nos hemos reunido.
Ahora, la continuidad la tengo con La Retro con algunos de los que eran de los Quinto como Walter Sánchez, el Negro Cabrera, Mauricio Granados…
¿Hicieron plata o se divirtieron?
Hicimos plata en el nivel que jugábamos. Al menos algunos de los chicos se compraron su autito o su moto, por ejemplo. Por lo menos hemos sobrevivido de esto, que no es poco.
Para los que querían tener con esto un extra, fue bárbaro.
Hace unos días me encontré casi de casualidad con un amigo de otros tiempos (y de siempre, porque los amigos son de siempre) y me dijo: “escribite algo de los asaltos”.
Jugó al fútbol, al básquet y a las bochas. Fue dirigente de clubes y asociaciones. Pero además, un decano del periodismo deportivo local. Como si fuera poco, un gran tipo, querido y respetado por todos...
Jugar a los autitos rellenos con masilla y con gomas de tapas de penicilina fue uno de los pasatiempos preferidos de nuestra niñez de barrio.
La idea es siempre brindarle más a nuestros seguidores. Por eso ahora también tenemos un canal de Youtube.
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Jugó al fútbol, al básquet y a las bochas. Fue dirigente de clubes y asociaciones. Pero además, un decano del periodismo deportivo local. Como si fuera poco, un gran tipo, querido y respetado por todos...
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