
La fecha exacta quedó en el baúl de los recuerdos de una ciudad que suele perder la memoria de vez en cuando, y que necesita de unas ayuditas para recuperarla. ¡Y en eso estamos!
El querido Jacko Bijman nos dejó varios escritos que envió desde Israel, recordando Alta Gracia de otros tiempos y a personas destacadas de la ciudad.
Cosas Nuestras01 de julio de 2024El querido Jacko Bijman nos dejó varios escritos que envió desde Israel, recordando Alta Gracia de otros tiempos y a personas destacadas de la ciudad. Entre ellos, nos escribió acerca de Héctor Llorens.
Lo compartimos...
Estoy en la esquina de calles Belgrano y Paraguay, en la vereda que cercaba el comercio de muebles de Don Luis Bijman y retrocedo el almanaque hasta el año 1940.
Tenía yo por entonces 8 años y estaba viviendo mi primera elección democrática.
Elegía la ciudad un nuevo intendente y la provincia, nuevo gobernador y renovaba autoridades.
Los candidatos locales eran Héctor Llorens y Domingo Gaetani.
Los comités de los partidos trabajaban y organizaban tribunas con oradores que atraían un público entusiasta.
Influenciado por el entusiasmo electoral y el carisma de los oradores, también participé, a mi modo, diciendo mis discursos como candidato de mi propio partido. Todo ello, mientras me bañaba en la pileta donde también se lavaba la ropa en casa.
Los vecinos, Don Federico Luppi, Libertato Botiglieri y Don Nasim Amiune, escuchaban mi arenga a través de una tapia que daba a la calle Paraguay, y con grandes carcajadas festejaban mis promesas electorales.
“Construiré en el Tajamar un puerto internacional y barcos de todo el mundo traerán sus productos”, prometía casi a los gritos.
Las elecciones las ganó Llorens y con el resultado ya conocido, venían caminando por la avenida Belgrano, ocupando toda la calle, Llorens, Reinaldo Luppi, Diez Del Río, Ferreyra Barcia, y cientos de correligionarios .
Recuerdo el momento que una elegante dama le colocó un rosa roja en la solapa.
El primer decreto de Llorens fue un aumento del sueldo del peón municipal: de 2,60 pesos a 460 pesos
La fecha exacta quedó en el baúl de los recuerdos de una ciudad que suele perder la memoria de vez en cuando, y que necesita de unas ayuditas para recuperarla. ¡Y en eso estamos!
Oscar Ferreyra Barcia es uno de los grandes historiadores que ha tenido Alta Gracia. De su escrito “Volviendo al Pasado”, rescatamos este texto hablando de personajes de principios del Siglo XX.
Hace unos días me encontré casi de casualidad con un amigo de otros tiempos (y de siempre, porque los amigos son de siempre) y me dijo: “escribite algo de los asaltos”.
Jugó al fútbol, al básquet y a las bochas. Fue dirigente de clubes y asociaciones. Pero además, un decano del periodismo deportivo local. Como si fuera poco, un gran tipo, querido y respetado por todos...
Jugar a los autitos rellenos con masilla y con gomas de tapas de penicilina fue uno de los pasatiempos preferidos de nuestra niñez de barrio.
La idea es siempre brindarle más a nuestros seguidores. Por eso ahora también tenemos un canal de Youtube.
Los hermanos Funes forman parte de la galería de grandes futbolistas que ha dado nuestra ciudad. Algunos con mayor éxito que otros, unos con más fama que los demás, pero sus nombres son recordados siempre como símbolos de un fútbol local que los tuvo como estrellas.
La Bombonería y Regalería “La Cinta de Agua” fue todo un símbolo de las décadas del setenta y del ochenta en nuestra ciudad. Finos bombones, los mejores presentes... era el lugar ideal al cual concurrir si uno quería necesitaba quedar bien con alguien a través de un presente. Y detrás de este emprendimiento, una historia de vida que merece ser contada.
Oscar Ferreyra Barcia es uno de los grandes historiadores que ha tenido Alta Gracia. De su escrito “Volviendo al Pasado”, rescatamos este texto hablando de personajes de principios del Siglo XX.
El sacerdote salesiano cuyo fallecimiento sigue siendo una incógnita para la ciencia y la Iglesia.
La fecha exacta quedó en el baúl de los recuerdos de una ciudad que suele perder la memoria de vez en cuando, y que necesita de unas ayuditas para recuperarla. ¡Y en eso estamos!