
ASÍ EN EL FÚTBOL COMO EN LA VIDA: UNA HISTORIA DE PASIÓN Y MUERTE
La semblanza se remonta a las primeras décadas de existencia de nuestro querido fútbol local.
Fue mucho más que un director técnico. Fue un formador, un docente. Un imprescindible a la hora de contar la historia de nuestro deporte.
Alta Gracia DeportivaEl juevesUna de esas personas que lejos están de pasar desapercibidas por la vida. Fidel Heredia marcó, por capacidad y por valores, dejó la vara muy alta en el fútbol infantil de Alta Gracia.
Fidel Heredia fue directivo, delegado, técnico, maestro, padre, confesor, hermano de cada pibe que transitó por su vida vestido de jugador de fútbol. Fidel fue un símbolo. Un ejemplo de lo que debe ser un dirigente.
Tal vez porque fue mucho más que eso. Fidel Heredia fue directivo, delegado, técnico, maestro, padre, confesor, hermano de cada pibe que transitó por su vida vestido de jugador de fútbol. Porque para Fidel, los pibes nunca fueron jugadores de fútbol en miniatura. Fueron seres humanos a quienes había que educar y enseñar. Y para ello utilizaba el fútbol, que a muchos de aquellos pibes les dio las herramientas para ganarse la vida años más tarde.
Su carrera como futbolista, si bien no lo tuvo en los primerísimos planos, habla de un delantero de los de antes. Un wing de esos que hoy se extrañan porque forman parte de los puestos que el fútbol moderno ha hecho desaparecer. Empezó en Palermo y terminó su carrera con los cortos en Colón, defendiendo la albiazul hasta que decidió enseñar.
Y allí comenzó a recibirse de grande. Pero de grande de verdad.
Fundó el Club San Martin, que aún hoy sigue siendo un bastión del fútbol infantil de Alta Gracia. Camiseta celeste para salir a las canchitas de nuestro Baby y ganar todo o casi todo lo que disputó. Dirigente vehemente, con la decisión que sólo es patrimonio de aquellos que están convencidos de lo que hacen, Fidel formó jugadores y formó hombres a través del fútbol.
Su obra se sostiene en el tiempo al igual que su figura para todos quienes lo conocieron. A ver... jugar en San Martin en tiempos de Fidel era como saber que estabas "ahi" de dar el salto al fútbol grande.
Aquella ya mítica Selección de Alta Gracia que ganara el Campeonato de Canal 12 en 1971 abrió las puertas para que decenas de chicos de nuestra ciudad fueran a jugar a Racing de Nueva Italia. Algunos llegaron y fueron figuras internacionales, otros simplemente llegaron, los hubo quienes quedaron en el camino. Así es el fútbol, claro. Pero todos ellos se diplomaron de buena gente. Y en eso, mucho tuvo que ver Fidel.
Los últimos años de su vida trabajó para el Deportivo Norte, haciendo lo que más le gustaba: enseñar a los más chicos en Divisiones Inferiores. Campeón con Sexta División, al año siguiente hizo lo propio con la Quinta y hasta se dio el gusto de dirigir Primera algún partido.
Cuando lo alcanzó la muerte, uno se quedó con la sensación que aún tenía mucho por seguir entregando y enseñando en nuestras canchas.
Fidel Heredia fue el alma mater de aquella Liga de Baby Fútbol de Alta Gracia, semillero de grandes jugadores. Dejó su impronta para que otros siguieran su camino, en base a enseñanzas y a ser siempre generoso con su conocimiento. Pero como suele ocurrir con este tipo de personas, el conocimiento era solo una parte de su personalidad. Tenía ímpetu, tenía "ángel", era un tipo convencido que convencía.
Merecidísimo homenaje a alguien difícil de olvidar.
Para hablar de Fidel Heredia, nadie mejor que Jorge, su hijo. Fue su padre, pero también su entrenador. Lo conoció mejor que nadie y nos lo cuenta.
Fidel nació en la zona rural de Pozo del Tala, camino a Falda del Carmen. Luego, durante un tiempo vivió en Bajo Chico. Años después, ya casado, recaló en barrio San Martín para quedarse allí para siempre. Fue cuando conoció al “Achura” Vázquez y juntos construyeron la leyenda de San Martín, el club icónico en la historia del fútbol infantil de Alta Gracia.
Ir a la cancha de San Martín era jugar en la mejor cancha de la ciudad. Tenía césped, estaba todo pintadito y ordenado. Daba gusto. Y todo era producto de la gestión de quienes dirigían el club. Junto con Fidel, trabajaban otras personas importantes en esta historia: Macizo García, Coco Becerra, Arrigoni, Don Coloccini, Alberto Vázquez, Daniel y Juan Carlos Morelli, Montenegro…”
“Todos los chicos querían jugar en San Martín. La mayoría de quienes jugaron en otros equipos en algún momento pasaron por San Martín”.
Fidel, además era quien evaluaba los chicos para conformar los seleccionados de Alta Gracia. Probaban chicos de todos los equipos de la ciudad y se armaban unos seleccionados bárbaros.
No tenía un jugador preferido. “Para él todos los chicos eran iguales, a todos los trataba de la misma manera”.
Fidel Heredia falleció en 1987, cuando aún tenía mucho por dar. El fútbol fue su vida, su pasión y dejó un legado imborrable para el deporte de Alta Gracia.
La semblanza se remonta a las primeras décadas de existencia de nuestro querido fútbol local.
Juan Gumersindo Quinteros. De caddie a jugar un Mundial. El golf en sus venas para el mejor de todos los tiempos en nuestra ciudad.
Tongo: Trampa realizada en competiciones deportivas, en que uno de los contendientes se deja ganar por razones ajenas al juego. Trampa, amaño, engaño, fraude, timo (Real Academia Española)
Juan Carlos Pavín es un símbolo del motociclismo en tiempos dorados para Alta Gracia en este deporte. Multi campeón, fue símbolo de nuestra ciudad deportiva.
Tremendo deportista y una persona sin igual. Juan Turri fue y será uno de los grandes ídolos del deporte de Alta Gracia.
La semblanza se remonta a las primeras décadas de existencia de nuestro querido fútbol local.
Juan Gumersindo Quinteros. De caddie a jugar un Mundial. El golf en sus venas para el mejor de todos los tiempos en nuestra ciudad.
Horacio tal vez sea el resumen de todo lo que expresa la famosa frase de “la pelota siempre al 10”. Es que su sola presencia en cancha, durante años, fue un seguro de buen fútbol, de botín inteligente. De pase bien dado y jugada bien terminada.
Fue mucho más que un director técnico. Fue un formador, un docente. Un imprescindible a la hora de contar la historia de nuestro deporte.