
AYUDAMEMORIA. Un espacio pensado para recordar a quienes nunca debiéramos hacer a un lado en nuestro recuento histórico. Idolos, personajes, protagonistas y artífices de nuestra historia deportiva.
El común denominador de los lectores se preguntará quién diablos fue Angel Noé Palacios. Pues bien, en Cosas Nuestras se lo vamos a contar.
PersonajesEl domingoEn esto de andar buscando historias, también nosotros aprendemos y nos sorprendemos día a día de la cantidad de personas y personajes que a su modo dejaron una huella en el pasar de los años en la ciudad.
En este caso, vamos a hablar de Angel Noé Palacios. El “Angel”. Todo un personaje tanto en su vida diaria como en su recorrido artístico. Y lo vamos a hacer a través del relato de su hermano Oscar Palacios, quien generosamente nos acercó su historia que estamos convencidos, merece ser contada y difundida.
Ángel Noé Palacios nació en Córdoba capital en 1945. Doce años más tarde, su familia se estableció en Alta Gracia, más concretamente en la esquina de las calles Olmos y Cuba, en pleno corazón del emblemático Barrio Córdoba. "El "Patón" o "el Ángel" no tardó en sumar gran cantidad de amigos. Sabemos que jugó en las inferiores de Sportivo Alta Gracia, y que por su estatura lo ponían al arco o de half central. El mismo decía que no era bueno para el fútbol, pero que el físico lo ayudaba.
A los 18 años decidió irse a Buenos Aires, como hacían muchos jóvenes. Su idea era dedicarse a la música, ser cantor. Era la década del sesenta y casi todo estaba permitido ser soñado. Se fue con la plata del pasaje y apenas unas pocas monedas más. Allá, se ganaba la vida vendiendo cosas en la calle; o en temporada de verno, en las playas de Mar del Plata. Tuvo todo tipo de trabajos para sobrevivir, era un tipo muy entrador y buen vendedor.
Así trabó relación con muchos personajes de aquellos años, y de distintos ambientes. Por ejemplo, con Daniel Willington, cuando el “loco” jugaba en Vélez Sarsfield; o con Amadeo Carrizo, Jorge Sobral, o Victorio Spinetto, por solo nombrar a algunos.
Pero todo fue decantando y de a poco su sueño artístico fue tomando forma. A finales de la década del 60 y comienzos de los 70, comenzó a cantar y su nombre artístico fue el de "Rocco Montano". Bajo ese nombre llegó a grabar un par de simples y uno de sus éxitos fue un tema que sonaba mucho en aquellos años: " El triste". Cantó en sitios emblemáticos de aquellos años como el Tabarís o Michelángelo. Actuó en Canal 7 y Canal 9, y en numerosos Café Concert y clubes nocturnos. También tuvo un lugarcito en Córdoba donde actuó en un programa que se emitía por Canal 10, conducido por Guillermo Brizuela Méndez: “El tren de las 12,30".
En verano hacía temporada en Huerta Grande donde animaba el corso de carnaval y después actuaba en un club nocturno. En nuestra Alta Gracia realizó un espectáculo en el cine Monumental Sierras donde actuó él y el humorista Humberto Gambino. Todo ello combinado con una actividad que lo ayudaba en la diaria, la animación de todo tipo de espectáculos.
Angel Palacios formó familia en Buenos Aires, y de hecho sus hijos viven actualmente allá. Todos los años venía a visitar a sus padres, trabó amistad con muchos vecinos de su generación, y fue el protagonista de una nutrida cantidad de anécdotas, seguramente todavía más de uno se acordará de "El Ángel".
Hablando de anécdotas, en su vida las hubo de todos los colores ya que desde siempre fue una persona sumamente audaz y un “caradura” de aquellos para aventurarse y sobrevivir.
Cuenta su hermano Oscar: “De chico mis viejos vivían en Córdoba Capital, Boulevard Junín al 400, que era en realidad un inquilinato donde vivían varias familias y tenía un portón común a la entrada. Ese portón era de hierro, muy alto. Un día Ángel desapareció, tendría no más de 7 u 8 años… ¡imaginate la desesperación de mis viejos!. Total que salieron a buscarlo mi padre y otros familiares y vecinos. ¿Sabés dónde lo encontraron? En la Plaza San Martín, jugando. ¡Había subido y saltado el portón y se había ido como si nada!".
Pero eso fue solo una antesala de lo que sería su vida y sus andanzas. Ya en Buenos Aires, cierta vez se presentó en un concurso que hacía Inti para un importante cargo en ventas. Lo ganó de punta a punta, era tremendo vendedor y tenía mucha labia. Pero el problema se presentó cuando le pidieron certificado de estudios. ¡Gracias que había terminado el primario! y así perdió esa posibilidad. Nunca quiso estudiar.
Cuando se fue a Buenos Aires, trabajó de cualquier cosa para ganarse la vida; una vez en un hotel se presentó como chef diplomado (algo que por supuesto era mentira). Convenció a los dueños del hotel con su labia y lo tomaron. Claro, en la cocina tenía gente a cargo, los ayudantes de cocina, que sabían. Al chef le pedían un spaghetti con salsa de filetto y él le pasaba el pedido al ayudante de cocina y así zafaba. Todo marchaba al pelo hasta que le pidieron alguna receta que los ayudantes no sabían y él… menos. Fue cuando se dieron cuenta que no tenía ni idea del tema y obviamente, lo rajaron. Angel, años más tarde lo relataría diciendo "mientras tanto yo había estado un mes comiendo, que ya era mucho decir".
En otra ocasión se presentó en una estancia para el puesto de tractorista. No sabía nada del tema, de más está decirlo. En la prueba se dieron cuenta de inmediato: subió al tractor logró ponerlo en marcha… pero después no sabía cómo pararlo.
En Alta Gracia, Angel Palacios hizo muchos amigos. Algunos de ellos afloran en la memoria de su hermano Oscar. “En Barrio Córdoba fue amigo del Bicho Sánchez (ya fallecido) ,del negro Hugo, de Palito Quinteros. Y con ellos, junto a ellos también tejió un sinfín de anécdotas que lo pintan de cuerpo entero".
Angel Noé Palacios falleció en 2022, pero dejó tras de sí una enorme y hermosa cadena de historias y anécdotas que lo fueron convirtiendo en el prototipo del personaje que no necesitó de la gran fama ni de las luces multicolores para quedar en la memoria de quienes lo conocieron y lo trataron. Un buscavidas, caradura, simpático y entrador que se ganó el pan en base a labia, audacia y talento. Uno más que con sus historias fue construyendo “la” historia de Alta Gracia.
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El común denominador de los lectores se preguntará quién diablos fue Angel Noé Palacios. Pues bien, en Cosas Nuestras se lo vamos a contar.