
Cuando escuchábamos "el sorteo" en el aula y por la radio
Quienes contamos ya unos cuantos años tenemos vivo el recuerdo de cuando "se sorteaba" quién hacía la colimba y quién se salvaba.


El museo Jesuítico no siempre fue museo. Lo que conocimos como Casa del Virrey Liniers apenas comenzó a ser un espacio destinado al público, durante muchos años fue residencia privada de una reconocida familia de Alta Gracia.
Curiosidades14 de julio de 2020
juan carlos
El museo Jesuítico no siempre fue museo. Lo que conocimos como Casa del Virrey Liniers apenas comenzó a ser un espacio destinado al público, durante muchos años fue residencia privada de una reconocida familia de Alta Gracia.
Y en sus muros, además de vivienda familiar, funcionaron oficinas y delegaciones de distintas instituciones de la ciudad.
Alguna vez funcionó allí el Centro de Estudiantes Universitarios de Alta Gracia; en otros tiempos fue sede del Club de Ajedrez, donde muchos fueron los que aprendieron el juego ciencia, o lo desarrollaron en buen nivel. Hasta funcionó, entrando por la puerta que da justo a la esquina, la Liga Departamental de Fútbol durante algún tiempo.
Sus paredones externos fueron excelentes para exhibir cartelería publicitaria, y hasta contuvo en sus recintos a una casa de venta de artículos regionales.
Si! la que pertenecía a Mario Salduna y a Jorge Muñoz, y que es motivo de la foto que fue tan comentada este mes en nuestra página de facebook.

Quienes contamos ya unos cuantos años tenemos vivo el recuerdo de cuando "se sorteaba" quién hacía la colimba y quién se salvaba.

El sacerdote salesiano cuyo fallecimiento sigue siendo una incógnita para la ciencia y la Iglesia.

Pocos conocen esta historia que cuenta el Dr. Jorge Mazzucco en su libro “Alta Gracia Olvidada”.

Fue a finales de los años cincuenta, tal vez con los sesenta amaneciendo. El escenario, el histórico barrio Norte y los protagonistas dos novios y toda su comitiva de familiares y amigos.

"Una sequía impresionante" es un capítulo de los tantos que tiene el libro "Viejas estampas de Alta Gracia", escrito por Jorge Zemborain, y queremos compartirlo con ustedes.

Genaro Caliendo Galasso fue un educador con todas las letras. Pero también tuvo una faceta artística que develamos en esta nota.

Galería de ídolos. Recordamos a uno de los grandes del mejor tiempo de Sportivo Alta Gracia. El "Babita" dejó una marca indeleble en la memoria de los hinchas del fútbol de nuestra ciudad.

Su nombre fue Yolanda Viel de Montamat. Pero todos la conocían por “Yaya”.

Quienes contamos ya unos cuantos años tenemos vivo el recuerdo de cuando "se sorteaba" quién hacía la colimba y quién se salvaba.

Entre las memorias gastronómicas más queridas de Alta Gracia figura, sin ningún lugar a dudas, la recordada y añorada lomitería “Chapucha”.

Febrero y sus encantos estivales. El verano de Paravachasca trajo visitantes ilustres a nuestras tierras cuando nacían los años sesenta.