…Y UNA VEZ, LA CIUDAD TUVO ZORRAS GRISES

Allá por setiembre de 1982, el Intendente Osmar Seletti decidió instaurar en Alta Gracia el estacionamiento medido en el centro. Y para controlar junto a los inspectores, se contrató a cuatro chicas para que hicieran de "zorras grises".
Ellas fueron Bety Quintana, Adriana Domínguez, Claudia Fernández y Sara Márquez. A la hora de acordarse de aquel tiempo, Bety cuenta: "había otros inspectores como Gilberto Torres, el Pollo Becerra, Don Lucero (que a la noche trabajaba en una panadería, fosforito, Jorge Suárez, Lallana, todos buenos compañeros como también Tomate Dessi, Alfredo Torrecillas, o Carlos Pícoli, con quienes nos divertíamos mucho".
Y hay más todavía: "Para salir a la calle, las primeras semanas nos acompañaban otros inspectores. Hacíamos no solo multas de tránsito, sino también de aguas servidas. Pero anécdotas hubo cientos. Eramos muy buenas concienti zando a la gente, pero también multando cuando no te hacían caso"
Y no se salvaba nadie: "un día le hice una multa al propio Intendente Seletti, que estaba mal estacionado. Las reacciones de la gente, sobre todo de los hombres eran de todo tenor".
Y si no, sigamos con lo que cuenta Bety: "había de todo. Desde el tipo que nos insultaba de arriba abajo y se enojaba mal, hasta el que nos hacía propuestas que iban más allá del trabajo. Había días estresantes y otros muchos que disfrutábamos nuestro trabajo que siempre hicimos con total responsabilidad".